Últimamente, parece que todo lo que nos rodea está motivado por las nuevas tecnologías, y más concretamente, por las redes sociales. Las recientes revueltas en los países norteafricanos (algunas aun no han acabado), el movimiento 15M o Democracia YA, todos ellos, han sido desarrollados en gran parte dentro de las redes sociales, como medio de comunicación de gran divulgación y a su vez, única forma para algunos de poder decir lo que piensan, evitando la censura de sus gobiernos.
Todos conocemos la repercusión que están teniendo los movimientos sociales, pero lo más llamativo es la forma en que las personas pueden ponerse de acuerdo y conseguir un alto nivel de convocatoria, simplemente colgando un evento en Facebook. Evidentemente, la idea no surge de repente, alguien piensa que está harto de todo, lo dice en su muro, otro le contesta diciendo que piensa lo mismo que él, los amigos de ambos lo ven y deciden hacer un grupo, al grupo se van uniendo amigos de amigos, van cada uno aportando ideas, hasta que deciden pasar a la acción, y quedan tal día a tal hora para manifestarse en contra de lo que todos tienen en común. Así nacen todos esos movimientos, a través de las redes sociales que facilitan la comunicación inmediata entre personas que aparentemente no tienen nada en común y que sería complicado que se llegaran a conocer.
Una red social es una estructura compuesta de grupos de personas, conectadas por uno o varios tipos de relaciones, como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos. En cuanto a las redes sociales de Internet, que son las que hoy día tiene más auge y desarrollo, su origen se remonta a 1995, cuando Randy Conrads creó el sitio web classmates.com, con la que se pretendía mantener o recuperar el contacto con antiguos compañeros de carrera, instituto, etc.
En 2002, comienzan a aparecer sitios web promocionando las redes de círculos de amigos en línea, y en 2003 se hicieron más populares con sitios como MySpace, LinkedIn o Xing. La popularidad de estos sitios creció rápidamente, entrando en juego grandes compañías de Internet (Google, entre otros, con Orkut).
De las más conocidas y generalizadas, hay dos a destacar: Facebook y Twitter. Twitter está basada en el microblogging, y fue creada en 2006 por Jack Dorsey. Actualmente, tiene su sede en San Francisco, y se estima que tiene más de 200 millones de usuarios. La principal característica de está red es que permite mandar mensajes de texto plano con un máximo de 140 caracteres, los tweets. Por su parte, Facebook, fue creada por Mark Zuckerberg, y fundada por Eduard Saverin, Chris Hughes, Dustin Moskovitz, y el propio Zuckerberg. Originalmente era un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard. Actualmente está abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico, tiene 600 millones de miembros, y está traducido a 70 idiomas. Estas redes forman parte de la globalización.
La globalización, ese fenómeno que lleva años mencionándose, es un efecto directo de Internet. Internet ha posibilitado que cualquier cosa que pase en una punta del mundo, sea conocida en la otra parte, sin necesidad de desplazarse ni esperar a que salga el periódico del día siguiente, simplemente con que una persona lo publique en su blog, o en su muro en Facebook, o a través de un tweet, en Twitter. Asimismo, Internet da la posibilidad de encontrar trabajo, de encontrar a personas que hace tiempo no sabías de ellas, de conseguir toda la información sobre un determinado tema, de realizar trámites, de comunicarte con personas o entidades a través de correo u otras formas de contacto… y todo ello sin moverse de una silla y con un ordenador (aunque actualmente ya se puede hacer a través de otros medios, como tablets, o teléfonos móviles).
Ahora, todo eso que nos ofrece Internet en general, se ha trasladado en su gran mayoría a las redes sociales. ¿Por qué? Porque suponen un medio en el que todo está centralizado, “inmediatizado”. Las redes sociales te permiten chatear, enviar mensajes privados, compartir información de medios de prensa y administraciones, debatir a través de los comentarios a las noticias compartidas, acceder a las ofertas de los principales portales de empleo y empresas… y todo ello a través de una sola página web. ¿Para que navegar intensivamente por un mar de páginas y portales, si puedes acceder a todo ello a través de un solo sitio?
No obstante, como en todo lo referente a la información, tiene sus defectos, y los de Internet también se han trasladado a las redes sociales. Hay virus informáticos que crean ciertos inconvenientes a los usuarios, acceden a su información sin que ellos lo sepan, molestan enviando mensajes masivos,… También puede darse información falsa, o suplantaciones de identidad, como el reciente caso de una supuesta joven lesbiana en un país con gobierno islámico radical, que resultó ser un joven del mundo desarrollado con ganas de despertar mentes inquietas… El poco control o poca responsabilidad de los usuarios a la hora de compartir su información y de darse a conocer a otros usuarios sin haberlos visto personalmente, con las consecuencias que ello puede acarrear…
Dejando ese tema aparte, lo que más llama la atención del uso de las redes sociales, es que se ha convertido en lugar de reunión para poner a miles de personas en común, llegando a crear movimientos sociales a gran escala, no solo a nivel local o regional, sino a nivel nacional e incluso internacional. Y tal es la importancia que están llegando a tener, que incluso Islandia está reformando su Constitución a partir de las aportaciones hechas por sus conciudadanos a través de sus comentarios en Facebook. Y a la vez, tal es su poder, que pueden dar lugar al hundimiento de empresas, o iniciativas que no gusten, por la impopularidad que pueden darles a través de comentarios y opiniones de las mismas.
Hay gente que cree que estos comportamientos son pasajeros, que no perdurarán en el tiempo, pero yo creo que esto es solo el principio. Porque las personas están empezando a descubrir nuevas formas de comunicarse, nuevas formas de poner en común sus ideas, nuevas formas de llevar a cabo sus proyectos, nuevas formas de decir lo que piensan y luchar por conseguirlo, nuevas formas de protestar y acabar con la injusticia de un mundo demasiado influenciado por el capitalismo. Tal vez veamos que aun hay peligros en la red, que no todo es seguro, que hay muchas dificultades por vencer en cuanto al funcionamiento perfecto de Internet. Pero desde luego, lo que no se puede negar, es que sean más los beneficios que los inconvenientes, y que abre todo un mundo de posibilidades a sus usuarios.
La realidad es que el mundo lleva tiempo cambiando, y que las redes sociales llegan donde no llega ni el propio Estado. Porque en las recientes revueltas norteafricanas no se podían detener las filtraciones sobre lo que allí estaba pasando, a pesar de que los medios de comunicación y prensa se encontraban de frente con la censura. Porque en China, Google tiene serios problemas para desarrollarse sin censuras por parte del gobierno, pero hasta un usuario perseguido por el régimen, a través de redes privadas virtuales, puede publicar sus impresiones en Twitter y hablar abiertamente.
Creo que debemos darle una oportunidad a este nuevo medio de comunicación e información, porque si Internet lleva tiempo cambiando el mundo, las redes sociales puede transformarlo, con los millones de usuarios que hay detrás de ellas, con sus opiniones, con sus demandas, con sus manifestaciones y reivindicaciones, con una nueva esperanza hacia un futuro mejor y con un mayor conocimiento de todo lo que nos rodea, en el primer, segundo y tercer mundo. Y creo también, que nuestros gobernantes, todos, a nivel mundial y global, deberían no solo ver lo que en ellas se cuece, sino también acercarse a ellas, pero de verdad, no teniendo simplemente un usuario o página en Facebook o Twitter, sino participando activamente, interactuando con el resto de usuarios, y conocer realmente que es lo que quieren los ciudadanos. Un ejemplo de lo que digo, con las salvedades que se pueda hacer al proyecto, obviamente, es la red portátil que pretende crear Estados Unidos, para introducirla en países opresores de la libertad de expresión, y que todos puedan manifestar libremente su opinión y dar a conocer lo que allí sucede, sin censuras. Evidentemente, Estados Unidos, no lo hará solo para ayudar a esas personas calladas forzadamente por su Estado, pero desde luego, dará una oportunidad a todos ellos de comunicarse con el mundo exterior, y de decirnos que les hace sufrir y que podemos hacer por ellos.
En definitiva, los ciudadanos del planeta Tierra tienen muchas posibilidades de poder alzar su voz a través de las redes sociales, y éstas han conseguido encontrarse en un lugar privilegiado y desarrollarse rápidamente, precisamente por su utilidad y facilidades para comunicarse con ellas. Esperemos que sigan avanzando hacia nuevas iniciativas, y que los propios estados y organizaciones internacionales se hagan eco de lo que sus ciudadanos quieren, y, porque no, nos hagan un poco más de caso, en vez de pensar en el enriquecimiento de los mismos de siempre, y el empobrecimiento cada vez mayor, no solo de los mismos de siempre, sino también de muchos ciudadanos del mundo desarrollado.
Mª del Loreto Blázquez
Fuentes de información:
es.wikipedia.org
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