ISABEL I DE CASTILLA, REINA Y SEÑORA DE ESPAÑA

Saludos a todos los amigos y lectores de EL-HORR, a los que deseo un muy feliz año 2.012.

En esta ocasión, este relato va dedicado a la figura de Isabel I de Castilla, Reina y señora de España, quien con su inquebrantable voluntad, demostró a lo largo de su vida que el amor, siempre, puede más que el odio. Su amor incondicional a su patria y a su pueblo quedaron plasmados de forma indeleble, no en palabras, sino en hechos contundentes, de los cuales, todavía estamos recogiendo sus frutos, como herederos de aquella España de hace quinientos años.


Como granadino, hace tres años que tengo la oportunidad de participar en la Celebración de la Toma de Granada; un acto que siempre había vivido desde la lejanía y que ahora, estoy sintiendo de forma muy especial. Ha sido precisamente, a través de este acercamiento a la Toma de Granada y mediante la investigación que he llevado a cabo, inducida por las voces que en los últimos años se han alzado de forma discrepante; como he conocido en profundidad la figura, la personalidad y sobre todo, los hechos grandiosos que esta mujer tuvo a bien realizar.

Para empezar y para poner las cosas en su sitio, debo expresar con toda contundencia que Isabel y Fernando, no llegaron a Granada como "los Reyes Católicos"; dado que fue en 1496, cuando el papa Alejandro VI, les confirió este título por su acción de contención ante las invasiones del Islam, en suelo europeo y por su difusión del catolicismo en las nuevas tierras de América. Por lo tanto, cuando llegaron a Granada y se produjo la entrega de Granada, bautizada como la Toma, se presentan como Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.

Además es de importancia capital para los granadinos, comprender que el reino de Granada pasó a engrandecer la Corona de Castilla, por lo cual, el rey Fernando, tan sólo ejerció funciones de rey consorte de Isabel, en toda esta epopeya de la Toma de Granada. Es decir, la nueva Reina de Granada fue Isabel.

Aquí tenemos un primer dato extraordinario de como la Reina Isabel amó y respetó en todo momento a su esposo, Fernando, dándole una relevancia a la que tan sólo ella tenía derecho. De ahí, surgió la famosa frase "TANTO MONTA, MONTA TANTO, ISABEL COMO FERNANDO"; sin embargo, los hechos demuestran uno tras otro, como fue, en todo momento, la Reina Isabel, quién llevó la dirección del Reino de Castilla, en primer lugar, y después de todas las tierras que fueron incorporando a sus coronas.

Como referencia para nuestros lectores debemos dar el dato de que Isabel, rehusó subir al trono, con dieciséis años, al no haber sido autorizada por las Cortes castellanas; lo que demuestra un respeto absoluto a su pueblo y a las instituciones representativas de los ciudadanos.

Se casó con Fernando a los dieciocho años y a los veintidós años fue proclamada Reina de Castilla, en Segovia.
De inmediato se dio a la labor de limpiar el Reino de nobles traidores, cobardes y mezquinos; los cuales se vendían con facilidad a cualquier reino vecino por algunas viandas, creando inestabilidad y desconfianza en toda Castilla, así como enfrentamientos entre los mismos nobles.

Isabel, en todo momento se sintió y estuvo cerca del pueblo, buscando de forma denodada la justicia social y para ello abolió los privilegios que tenían algunos nobles de impartir justicia por su cuenta en sus feudos; y creó la Justicia Real, igual para todos los habitantes del reino. Ella misma en sesiones semanales presidió alguno de estos tribunales, demostrando la cercanía de la corona a su pueblo. A lo largo de su reinado, nacieron sus seis hijos, cada uno en un lugar diferente; lo que demuestra que la Reina Isabel no reinó desde un trono; sino a pié de calle y pueblo a pueblo.

Una vez armonizado el gobierno de la Nación, compuesta por los diversos reinos y condados, la Reina se dio a la tarea mas ardua y grandiosa; se dio al viejo sueño de todos sus antecesores, como fue, unificar de nuevo toda la Península Ibérica; y escribo, de nuevo, con toda conciencia, dado que el nombre original de nuestra patria, Iberia, se refería a TODA la Península Ibérica y no a algunos trozos.

Por lo tanto, es necesario remarcar que la RE-CONQUISTA, fue la acción de recuperar algo que otros, en este caso, los moros, nos arrebataron por la fuerza. La Reina Isabel, conocedora de la historia, sabía que la fuerza de esta tierra, viene de la montaña sagrada, Sierra Nevada, o Montaña del Sol, como la llamaban nuestros antepasados. Por este motivo, cuando entró a Granada, deseó llamarla, de nuevo, Ilíberis (Elvira); sin embargo, al comprobar como el pueblo la amaba y la llamaba con mucho cariño, Granada; la Reina decidió respetar este nombre y continuar llamándola Granada.

Como símbolo mas relevante de su voluntad inquebrantable y de su ánimo lleno de ilusión y de fe, tenemos el hecho de que estando en las cercanías de Granada, mandó levantar un campamento móvil, en el cual, se construyeron los primeros hospitales de campaña modernos. Este campamento era de lonas y ocurrió que una noche, una vela prendió una tienda; el incendio se extendió y arrasó todo el campamento. Los soldados, asustados y víctimas del abatimiento pensaron que no debían continuar el asedio a Granada por el mal fario que habían sufrido. Sin embargo, la Reina Isabel, de inmediato, animó a sus hombres a construir un campamento mas firme, en el que el fuego no pudiera extenderse de forma tan fácil. Este fue el origen de la actual ciudad de Santa Fe, a once kilómetros de Granada.

Una vez conquistada Granada, la Reina llamó a Cristóbal Colón, y confiando en su intuición femenina, creyó en su proyecto y aceptó financiar su viaje. Para ello, nos legó el mayor gesto de amor, entrega, independencia y libertad; como fue el pagar dicho viaje, con sus propias joyas. Este hecho demuestra, por sí solo, lo que antes hemos detallado; que su esposo Fernando, era amado y respetado por la Reina Isabel; sin embargo, Fernando carecía de la intuición, el coraje, la determinación y el amor necesarios para su Patria y para su pueblo, por lo cual, tampoco era justo que se beneficiara de esta nueva aventura; y fue gracias a la claridad de ideas de la Reina Isabel, por lo que América, se descubrió para la Corona de Castilla.  Es impresionante comprobar, como hecho a hecho, dato a dato, decisión a decisión, la Reina Isabel, diseñó para las generaciones venideras una Nación fuerte, rica, llena de nuevas ilusiones y proyectos, en los cuales, todos los ciudadanos tenían su oportunidad.

Llegamos a la decisión menos comprendida en la actualidad, como fue la expulsión de los judíos. No es mi deseo hacer ninguna polémica, dado que la figura de la Reina Isabel, como estamos demostrando, se explica por sus hechos. Tan sólo haré un simple comentario. Los judíos, no amaban nuestra Nación. Los judíos amaban sus propias tradiciones y se ocupaban del dinero básicamente. El actual sistema de crédito fue inventado por ellos. Los judíos desde que abandonaron su tierra de origen, han vagado por todo el planeta Tierra, sin integrarse jamás en sociedad alguna. Es decir, la Reina Isabel tuvo una intuición demasiado profunda como para ser comprendida. Los judíos, en el siglo XV, eran los dueños de casi todas las finanzas de España y la Reina Isabel sabía que eran extranjeros y que no amaban a España; lo cual pudo comprobar con toda claridad cuando les pidió el dinero para pagar el viaje de Cristóbal Colón. Los judíos le exigieron más del 50 % de los nuevos tesoros. Esta es la razón por la cual, la Reina financió el viaje con sus propias joyas; y segundo, fue el chispazo definitivo para decidir su expulsión de España.

Como madre siempre estuvo cerca de sus hijos, asesorándolos y buscando, en todo momento, engrandecer el Reino y hacerlo fuerte y fértil. Como esposa, ya hemos dado algunos datos que expresan por sí solos, la grandeza de la Reina Isabel, como mujer y como esposa; rehuyendo en todo momento el figurar por encima de su esposo. Como Reina, mi persona, tras esta investigación, concluye de forma determinante que Isabel estuvo muy por encima de todos los gobernantes de su época y me atrevo a decir, que no conozco de forma documentada, ningún monarca en la historia, sea hombre o mujer, con una claridad de ideas y una toma de decisiones tan orientada a la justicia, el engrandecimiento y el bienestar de su pueblo.

Sinceramente, el legado de la Reina Isabel nos regala un soplo de aire fresco, lleno de libertad, de responsabilidad y de servicio a España. Como granadino, les recuerdo a mis paisanos, que se den un momentico y miren detenidamente el escudo de España; y podrán comprobar como en la parte inferior, entre los cuarteles de Aragón y Navarra, hay un triángulo en cuyo interior está la granada que representa al Reino de Granada. Este regalo también fue idea y obra de la Reina Isabel. Si ustedes observan de forma sosegada la totalidad del escudo de España, podrán comprobar como el espacio que ocupa la granada, transmite un diseño muy especial y adelantado a su época, en la cual, todo se cuarteaba casi de forma cuadrada. Este diseño, como ustedes habrán comprendido, se lo debemos a la Reina Isabel, quién, con todo cariño, buscó un lugar digno para ese nuevo reino que acababa de conquistar; y del mismo modo que una madre, siempre hace sitio a un nuevo hijo; la Reina Isabel nos regaló con ese detalle, todo su amor y su grandeza de Reina y de mujer.

La Reina Isabel, estuvo en su sitio y de esa determinación hemos vivido casi quinientos años. Ahora, pienso que es el momento de reconocer el regalo tan grandioso que nos hizo la Reina Isabel y respetando su memoria, nos pongamos manos a la obra para poner a este país, a nuestro país, a trabajar de verdad; por el bien de las generaciones venideras y por el descanso sagrado de nuestros antepasados.

Con todo mi cariño y mi reconocimiento para nuestra bien amada y querida.......
Isabel;
Que gran reina,
Que gran mujer.

Muchas gracias,

José-Fermín Peña Bueno
Investigador independiente”

0 comentarios: