La controvertida y andrógina figura de Anna Varney continua derrochando un talento musical sin precedentes, y tiene su merito, pues el inicio de su carrera se remonta a 1988. Cada vez más alejado de los experimentos electrónicos y de la indagación Techno, en “Children Of The Corn” (tercera y última parte de la trilogía “Ghost” ha vuelto a rodearse de sus “seres inmateriales” (The Ensemble Of Shadows), y ha conseguido el que quizás sea su álbum más etéreo hasta el momento.
SOPOR AETERNUS ha mantenido la belleza, lo cristalino y lo oscuro, pero en conjunto su música se ha vuelto más pausada y poética. Hay elementos que rememoran obras como “Dead Lovers' Sarabande” o “Songs From the Inverted Womb”, pero este nuevo trabajo aunque algo más lineal, dota a sus armonías depresivas (“To Walk Behind the Rows”), y barrocas (“Night of the Scarecrow”), de una concepción astral y melodiosa muy sugerente. Sin influencias progresivas, la dulzura y aflicción derramadas a través de instrumentos de viento y detalles orquestales continua siendo única, pero sin embargo, el registro de Anna Barney es más limitado, y no encontramos en “Children Of the Corn” registros desgarrados, lloros lánguidos y desesperados, decayendo en cierto modo los fragmentos teatrales que tanto apasionan, y dulcificando armónicamente el dolor y el sufrimiento. Espero que su lúgubre y fantasmagórica originalidad continúe por mucho más tiempo. La edición limitada CD viene como un libro de cuentos para niños envuelta en una bolsa con un cordón.
JM.Salas
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